El otoño nos invita a la reflexión y al desapego
En otoño, la naturaleza parece desprenderse de lo que no es esencial. Siguiendo sus pasos, también nosotros podemos soltar lo que ya no nos sirve.
MOMENTOS PARA INTERIORIZAR Y SOLTAR
En la filosofía china, el otoño es una estación yin, tendente a lo receptivo, a la intuición y a la interiorización. La savia de los árboles se retira de las hojas y ramas y vuelve hacia las raíces. Los animales disminuyen su actividad. Anochece cada vez más temprano y poco a poco vuelve el frío.
El otoño se asocia tradicionalmente a la melancolía, nos retiramos del mundo exterior, física y psicológicamente, y nos volvemos hacia el interior. Pasamos menos tiempo al aire libre y estamos más en casa, dedicados a actividades menos energéticas que las del verano: leemos, conversamos y podemos volver a gozar del fuego del hogar.
Las puestas de sol son más largas que en verano. Por eso el otoño nos regala un festival de cielos rojizos, reflejo de los tonos cálidos que cubren primero las hojas de los árboles y luego el suelo.
El otoño es la estación en que más llueve en nuestro clima. Con la lluvia emanan de la tierra nuevos aromas y un olor a plenitud impregna el bosque. Decaen las hojas y las flores, pero abundan los frutos. Brotan las apreciadas setas, maduran las bellotas, nueces, avellanas y castañas.
En otoño, la naturaleza practica el desapego y se desprende de lo que no es esencial.
Deseo que el otoño te ayude a soltar lo que ya no te sirve, a reforzar tu interior y a prepararte para renacer en un mundo transformado.
Bienvenido Otoño
Te abrazo el alma
Sandra
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